En el contexto del Día Internacional de la Paz (21 de septiembre de 2025), la C.N.O.A. reitera la necesidad urgente de construir una paz territorial profunda, inclusiva y sostenible, especialmente para las comunidades afrocolombianas, raizales y palenqueras.
Si bien se han registrado avances significativos en el establecimiento de mesas de diálogo y de políticas de garantías para líderes y defensores de derechos humanos, los indicadores actuales muestran una realidad persistente y preocupante:
- Según la Defensoría del Pueblo, entre enero y junio de 2025 fueron asesinados 89 líderes y lideresas sociales, y 25 personas firmantes del acuerdo de paz fueron homicidios. Defensoría del Pueblo
- Más ampliamente, en los ocho primeros meses de 2025, se calcula que 81 personas defensoras de derechos humanos y liderazgos sociales han sido asesinadas. Defensoría del Pueblo
- En el año 2024, la MOE (Misión de Observación Electoral) registró 492 hechos de violencia contra liderazgos políticos, sociales y comunales, de los cuales 206 fueron hechos letales (asesinatos y atentados). Misión de Observación Electoral
- La Defensoría del Pueblo también documenta que, desde la firma del Acuerdo de Paz de 2016 hasta fines de 2024, se produjeron 1.488 homicidios en contra de personas lideresas y defensoras. Defensoría del Pueblo
Estas cifras ponen en evidencia una contradicción dolorosa: la institucionalidad de paz avanza en su construcción formal, pero la violencia territorial sigue golpeando a quienes trabajan por ella desde sus comunidades.
La situación se agrava ante el inminente proceso electoral que en este contexto se compone de varios elementos, el aumento en la emisión de alertas tempranos por desplazamiento masivo, confinamiento y restricciones a la movilidad en 12 departamentos, destacando la crisis humanitaria en las regiones del Pacífico, Orinoquía-Amazonía y el norte del país, la materialización de riesgos contra la vida y la integridad de lideresas y defensores de derechos humanos así como el incremento de agresiones físicas, verbales, amenazas estrechamente relacionadas con proyectos políticos y el miedo colectivo pueden limitar aún más la participación activa y segura de las comunidades.
Como convergencia reiteramos que es urgente que el Gobierno Nacional:
- Avance en la materialización de una política de garantías que otorgue protección real y diferenciada para liderazgos étnicos: rutas de protección eficaces que incluyan prevención, respuesta rápida, acompañamiento psicosocial y acceso a justicia.
- Formule Mecanismos de protección electoral: coordinación interinstitucional para asegurar que estos territorios puedan votar, ser escuchados y participar sin temor a represalias.
La paz territorial no puede ser una meta solo en los discursos, planes y matrices que se han desarrollado a lo largo de estos años, el esfuerzo de la sociedad civil en estas mesas de construcción colectiva entorno a la política de garantías y la construcción de paz territorial debe materializarse como vida, dignidad, verdad y justicia, especialmente allí donde los territorios han sido históricamente marginalizados. En este Día de la Paz, renovamos nuestro compromiso de caminar junto a nuestras comunidades para que la paz sea real, no solo declarativa.



