¿cuáles son las condiciones de vida y dignidad del pueblo Afrodescendiente a 168 años de abolida la esclavitud en Colombia?
Recordando en esta fecha 23 de agosto, los impactos negativos y desproporcionados de la trata transatlántica y de la abolición de la esclavitud, suscita los siguientes interrogantes: ¿cuáles son las condiciones de vida y dignidad del pueblo Afrodescendiente a 168 años de abolida la esclavitud en Colombia?, ¿Qué ha sido de otros pueblos de Afrodescendientes que intentaron emanciparse y buscar la libertad?
Tras el proceso de las figuras de abolicionismo de la Esclavitud, muchos liderazgos de los pueblos Afrodescendientes aportaron sus conocimientos culturales, sociales, económicos, y sus posturas políticas y filosóficas, para alcanzar tan anhelada condición que garantizaba un reconocimiento jurídico como sujetos de derecho ante la sociedad.
Muchos fueron los países a nivel mundial donde la negación de los derechos humanos hacia la población negra, generó la mayor tragedia de violencia extrema y deshumanizadora, ante un silencio universal que hasta el día de hoy sus consecuencias hacen eco en las sociedades modernas. Casos emblemáticos como Colombia y Haití, serán objeto de estudio en este apartado.
Iniciando por Colombia, en la actualidad las condiciones de vida y de dignidad para la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera sigue siendo un tema de cuestionamiento frente a la pertinencia de la no inclusión de la variable étnica racial en las políticas públicas que propendan a dar respuesta a la garantía de derechos.
El territorio Colombiano cuenta con un despliegue amplio de asentamientos de comunidades afrocolombianas, herederos de una historia sangrienta, de repercusiones racistas y discriminatorias y de un abandono estatal, estamos hablando de zonas geográficas pluriétnicas y multiculturales que representan una población que ha contribuido a la reconciliación y a la preservación de la paz.
No debemos olvidar a Haití, cuyos acontecimientos históricos han sido importantes en su papel como precursores, que impulsaron a la liberación de los pueblos esclavizados en América Latina y el Caribe. El pueblo haitiano jugó un rol fundamental en la construcción de esa ruta reivindicatoria hacia la libertad en un contexto donde las castas sociales predominaban y marcaban la diferencia de la población en aquella época.
Hacia 1789 la diferencia social no era tan importante como la racial. La cruda realidad frente a la esclavitud, se agudizaba según las leyes de la época, que establecían prohibiciones tales como:
“los esclavos no podían casarse sin permiso del amo, portar armas, tener propiedades, participar de un juicio, etc. En caso de herir o matar a su amo su castigo era una muerte lenta y dolorosa como la mutilación de miembros y la hoguera, pero si el propietario acababa con ellos debía pagar una multa. Para ofensas menores se utilizaba el látigo, cadenas, máscaras de hierro o collares de ahorque. Las pocas limitaciones al poder de los amos se debían a que se buscaba mejorar la producción y asegurar la reproducción de los esclavos, que estaban jurídicamente cosificados, lo que se veía como unas injustas interferencias por los blancos y las solían ignorar”.
La revolución haitiana (1791-1804) además de ser de las más radicales, se le ha considerado como la única rebelión de esclavos históricamente exitosa que conllevó a la proclamación de independencia de Haití. Convirtiéndola así, en el primer territorio latinoamericano en ser liberado del yugo colonial y la primera nación negra; hecho que las potencias de esa época no reconocieron inmediatamente y no perdonaron la revolución de los esclavos; en consecuencia, se le impusieron bloqueos económicos y no se ayudó al desarrollo del estado (por ejemplo, EE.UU. solo reconoció la independencia de Haití en 1862).
En la actualidad, ambos países presentan crisis similares, las situaciones de libertad, igualdad y dignidad son problemáticas parecidas en la que viven los pueblos Afrodescendientes: la corrupción, territorios en emergencia social, una política económica que va en contra del desarrollo de las comunidades específicamente de las familias y de su autonomía. Han motivado acciones y la aplicación de mecanismos de participación ciudadana como las movilizaciones por parte de las comunidades afectadas y violentadas.
Pareciera que la esclavitud no ha desaparecido en estos territorios y para estas poblaciones, por el contrario solo han cambiado de formas. En lo contemporáneo esta tragedia sigue presente y visible impidiendo el goce pleno de sus derechos colectivos e individuales, la construcción de identidades y fomentando conductas de racismo y discriminatorias, que agudizan en barreras de accesibilidad a la garantía de derecho fundamentales como la vida.
La Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas (CNOA), exalta el aporte valiosísimo de aquellos liderazgos Afrodescendientes del pueblo haitiano, que ha sido motivación para que otros territorios continuaran trabajando a partir de ese legado histórico hacia la libertad. Hacemos un llamado a la comunidad internacional y demás instituciones a mirar hacia Haití, en la búsqueda de soluciones frente a la problemática sociopolítica que vive en estos momentos.
Véase: http://www.cinu.mx/ruta-esclavo/cronologia-de-la-esclavitud.php (Cronología de la Esclavitud)