V Asamblea de la Comisión Étnica para la Paz y la Defensa de los Derechos Territoriales 1, 2 y 3 de julio 2020
COMUNICADO 020
Exigimos garantías para la vida de las y los líderes y territorios y el cumplimiento de los Acuerdos de Paz – Capítulo Étnico y un #AcuerdoHumanitarioYA en Colombia
3 de julio 2020.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), las Autoridades Indígenas del Sur Occidente (AISO) y el Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano (CONPA), con los propósitos de fortalecer y orientar nuestro trabajo a partir de la participación amplia, la orientación política y espiritual de hombres y mujeres de nuestros territorios ancestrales y, desde el ejercicio comunitario, el ORIGEN, la objeción cultural como derecho irrenunciable y nuestro derecho mayor colectivo y autónomo como pueblos indígenas y afrocolombianos, hemos desarrollado del 30 de junio al 3 de julio de 2020, nuestra V Asamblea Nacional de Comisión Étnica para la Paz y la Defensa de los Derechos Territoriales (primera virtual); con el fin de continuar impulsando esfuerzos compartidos por la paz de Colombia y el mundo, reafirmar el escenario de dialogo permanente para la construcción de paz, la defensa del territorio y la territorialidad, el buen vivir comunitario y el equilibrio y la armonía entre los pueblos y la naturaleza; como pueblos que compartimos un núcleo esencial de la cultura y la ancestralidad y constituyentes primarios de esta nación multicultural.
A pesar de nuestros grandes esfuerzos como pueblos étnicos y, a pesar de haber logrado la incorporación de un Capítulo Étnico en el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, el balance que hacemos hasta el día de hoy de su implementación es NEGATIVO. Los esfuerzos del Gobierno Nacional han sido insuficientes para garantizar los derechos contemplados y los compromisos históricos con los pueblos, teniendo en cuenta la pertinencia cultural.
Como pueblos indígenas y afrocolombianos seguimos enfrentando y resistiendo la desarmonización y el desequilibrio del territorio y el buen vivir comunitario, vulnerados históricamente en sus dimensiones materiales e inmateriales; la crueldad y el recrudecimiento del conflicto armado, del genocidio y de las violencias históricas, sistemáticas y estructurales en nuestros territorios, que atentan contra la espiritualidad, el equilibrio, la armonía (PAZ), la autonomía y la riqueza de nuestras formas de vidas que consolidan el riesgo de exterminio físico y cultural ampliamente advertido por la Corte Constitucional en los Autos 004 y 005 de 2009.
La coyuntura de la pandemia actual ha profundizado y visibilizado aún más las desigualdades estructurales que viven nuestros pueblos y comunidades, especialmente los pueblos indígenas, negros y afrocolombianos en nuestro país y, de manera especial, las violencias que enfrentan las mujeres y la niñez.
Como resultado de esta reflexión colectiva, manifestamos a la opinión pública:
1. Los pueblos étnicos seguimos apostándole a la paz de Colombia y el mundo. Desde nuestras visiones propias, la PAZ hace relación al buen vivir o vivir bien comunitario, en equilibrio y armonía con el territorio y la naturaleza, en sus dimensiones materiales e inmateriales. De lo tangible o lo palpable, desde su valor colectivo, la complementariedad, el aprovechamiento de los recursos y beneficios. De los fundamentos espirituales, culturales, ancestrales, filosóficos y cosmogónicos.
2. Observamos con preocupación el incumplimiento a la implementación del Capítulo Étnico del Acuerdo Final y exigimos su inmediata aplicación. En las medidas adoptadas a la fecha, NO se evidencian avances significativos en materia de implementación de las metas e indicadores contenidos en el Plan Marco de Implementación –PMI, en lugar de ello, se evidencia regresividad en cada uno de los puntos del acuerdo, tal como lo hemos demostrado en los últimos dos informes de balances de la implementación a la fecha. Igualmente, se evidencia un déficit en la implementación del enfoque de género, mujer, familia y generación incorporado en el acuerdo, con una brecha considerable entre la implementación general y la implementación con enfoque de género y étnico en un 7%.
3. Adicionalmente, consideramos que la financiación es insuficiente para los pueblos afrodescendientes e indígenas y no se contemplan rubros discriminados y con destinación específica para el cumplimiento de las metas e indicadores del PMI, en ninguna de las fuentes de recursos para la financiación del Acuerdo Final, como son, el Presupuesto General de la Nación, el Sistema General de Participación, el Sistema General de Regalías o los recursos de las Entidades Territoriales.
Se evidencia una ausencia de garantías en materia de Consulta Previa, libre e informada con objeción cultural y en materia de reforma agraria, sustitución de cultivos con enfoque étnico colectivo, en las políticas de reparación colectiva y restitución de tierras y, por el contrario, se evidencia la continuidad de las prácticas de racismo estructural en contra de los pueblos étnicos.
4. La grave crisis de violación de derechos a nuestros pueblos, en el marco de los usos y costumbres y los derechos colectivos, hace inminente la búsqueda de salidas políticas y negociadas a los diferentes conflictos que causan desequilibrios y desarmonías en nuestros territorios. Por ello, decidimos adoptar el Acuerdo Humanitario, Ya!, como mecanismo para preservar la vida y sobrevivencia de los pueblos, de conformidad con nuestro Mandato 02 del 26 de febrero de 2019 y exigir el avance de los diálogos y salida negociada al conflicto con el ELN, refrendando esta voluntad, con un cese bilateral de fuego y hostilidades en contra de la población civil, de manera definitiva.
5. En esta compleja coyuntura de falta de garantías de seguridad y de no repetición de las violencias, como pueblos autónomos decidimos activar y fortalecer nuestras Guardias Indígenas y Cimarronas, nuestros mecanismos propios de autoprotección, autocuidado y de salvaguarda de la vida, de la mujer niña, la mujer fértil, la mujer madre y la mujer sabia, la madre tierra, indígena y afrocolombiana para evitar que sus cuerpos sigan siendo territorios de guerra.
6. Dada la falta de respuesta por parte del gobierno nacional para atender el avance de esta pandemia, consideramos que solo en nuestro ejercicio autonómico, en el uso de nuestra medicina tradicional y en el fortalecimiento y cumplimiento de nuestros mandatos de origen, de nuestra espiritualidad y conocimiento ancestral, tenemos los fundamentos para seguir resistiendo desde nuestros territorios.
7. Exigimos al Gobierno Nacional, cumplir con lo pactado en el Acuerdo Final, como un compromiso de Estado y, acordar RUTAS ÉTNICAS para la implementación del Capítulo Étnico de manera expedita y con la destinación presupuestal suficiente para su cumplimiento. De igual manera exigirles a los actores armados el respeto por los pueblos y los territorios y a la comunidad internacional su acompañamiento permanente.