Desde la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas – C.N.O.A., conmemoramos el Día Internacional del Recuerdo de las Víctimas de la Esclavización y la Trata Transatlántica, en donde alrededor de 15 millones de niños, niñas mujeres y hombres, fueron ofrecidos como mercancía. Esta transacción masiva se considera como el mayor de los crímenes de lesa humanidad.
Con el fin de incrementar la economía y el poder adquisitivo del continente europeo, una gran parte de la población de ciertos pueblos africanos fue vendida y enviada al continente americano para ser obligados a realizar trabajos forzados, viviendo bajo el yugo y látigo de sus opresores, vulnerando su humanidad.
Cabe señalar la manera en la que se invisibilizan a las víctimas, borrando la historia de uno de los capítulos más violentos en la Historia de la humanidad. No obstante, se debe recordar la posición de los lideres/as que lucharon incansablemente contra sus opresores y que lograron conquistar su libertad y la de su comunidad.
El 17 de diciembre de 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas, bajo la resolución A/RES/62/122, pide generar un programa destinado a las instituciones educativas, la población civil y otras entidades, encaminados a educar a las futuras generaciones sobre las consecuencias y lesiones generadas por el comercio transatlántico de personas esclavizadas y para comunicar los peligros del racismo y perjuicios raciales fundamentados en el periodo colonial.
Sin importar las trasgresiones ejercidas contra los más de 15 de millones de personas víctimas de los crímenes de lesa humanidad, actualmente no hay mecanismos para la eliminación de la discriminación racial, la cual ha segregado e invisibilizado los afrodescendientes para acceder a los diferentes sectores sociales, esto a raíz de las estructuras de segregación racial que configuran nuestras sociedades.
De igual manera recordamos que existen formas de esclavitud modernas expresadas en el trabajo en servidumbre, trabajo forzoso, explotación sexual, trata de personas, el trabajo infantil y el matrimonio infantil y forzado, lo cual sucede en la actualidad cotidianamente, algunas de las cuales se evidencian en nuestro país y se hicieron más visibles durante la pandemia, y ante las cuales no hay una legislación clara que proteja a la ciudadanía ante este flagelo.