Bojayá no es pasado. Bojayá es un grito vivo en la memoria de nuestro pueblo afrocolombiano, un llamado urgente a la verdad, la justicia y la dignidad. Han pasado 23 años desde que la violencia dejó una herida profunda en el corazón del Chocó, pero esa herida aún supura porque la impunidad y el abandono persisten. Hoy, como Convergencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas (C.N.O.A.), no nos limitamos a conmemorar; nos comprometemos a actuar.
Recordar no es simplemente revivir el dolor: es mantener viva la exigencia de que el Estado reconozca su deuda histórica, de que la sociedad no nos vea como cifras ni como víctimas eternas, sino como pueblos con agencia, con voz, con propuestas. Bojayá nos recuerda que sin justicia no hay paz, y que sin memoria no hay futuro.
Desde la Afrocolombianidad alzamos nuestras voces para reconstruir el tejido social roto por la guerra, fortaleciendo procesos comunitarios, escuelas de comunicación, liderazgos territoriales, y redes de apoyo que dignifiquen la vida en nuestros territorios. La paz no se firma, se construye con acciones cotidianas que reparan, que sanan y que reconocen el valor de la vida afrodescendiente.
Hoy más que nunca, Bojayá es símbolo de resistencia. Es un llamado a no permitir que el olvido entierre el derecho a la verdad. Es una oportunidad para sembrar justicia racial, memoria activa y unidad colectiva.
Porque Bojayá somos todos. Y mientras exista memoria, habrá camino.